La ruta canaria es uno de los principales lugares de paso de la inmigración a Europa, o al menos así lo afirma el balance estadístico facilitado recientemente por la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). Según la propia agencia hasta una persona de cada cinco que llega a Europa de forma irregular lo hace a través de la ruta canaria, pese a que en muchas ocasiones la llegada a Canarias sólo es una forma de hacer escala para ir hacia otros países de Europa. Sin embargo, la llegada desde la ruta canaria y la llegada masiva a nuestro país de inmigrantes no coincide con el descenso generalizado de hasta el 38% de la llegada de inmigración a Europa, que llegó hasta algo más de 239.000 entradas detectadas en 2024. Toda esta situación ha hecho reconocer a Frontex que las cerca de 47.000 llegadas a Canarias suponen el dato más elevado en Canarias desde que la agencia europea comenzó a tener registros en el año 2009. Las cifras dadas por Frontex nos muestran un aumento del 18% de los inmigrantes recibidos durante el pasado año, además de producirse un repunte en la ruta del África occidental, explicado por Frontex debido al aumento de las salidas desde Mauritania pese a que los flujos desde otros puntos de la región se redujeron.
Las cifras de las entradas en Europa han sido las más bajas desde 2021 y debido a las restricciones de movilidad por la pandemia y gracias a la intensificación de la cooperación los países emisores y receptores de la inmigración, que, según la agencia, se han implicado en mayor medida contra la lucha de las redes de traficantes. Las zonas donde se ha reducido esta inmigración son las rutas de los Balcanes occidentales, con una caída muy notoria del 78%, y de la del Mediterráneo central, donde llego a bajar hasta un 58% por la menor llegada de migrantes desde Túnez y Libia, pese a que se sigue manteniendo como la segunda ruta con mayor tráfico de inmigrantes (67.000).
Las zonas donde sí ha aumentado este flujo migratorio son la ya mencionada ruta canaria, en el Mediterráneo oriental, con un 14% que sitúa los cruces irregulares en 69.400, principalmente de personas llegadas desde Siria, Afganistán y Egipto a través de corredores por el este de Libia. La guerra ruso-ucraniana también ha contribuido a la llegada de inmigrantes de Bielorrusia y Ucrania a sus países limítrofes hasta llegar a los 17.000 junto al aumento del 9% de los intentos de llegar a Reino Unido a través del Canal de la Mancha.