Con motivo de las próximas elecciones locales y territoriales previstas para los días 15 y 22 de marzo de 2026 en Francia, una nueva alianza electoral ha sorprendido al electorado. El partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella, Reagrupación Nacional (NR) se ha aliado con los regionalistas corsos de Mossa Palatina. A la coalición se une una tercera fuerza: la Unión de Derechos por la República (UDR),
La coalición presentará listas conjuntas para las próximas elecciones, pero lo sorprendente es que una formación centralista como RN haya decidido aliarse con una fuerza regionalista como Mossa Palatina. El nexo de unión ha sido la postura frente a la inmigración masiva y la defensa de lo propio frente a lo ajeno.
Según los promotores de la alianza el pacto no resulta tan extraño debido a que en las elecciones presidenciales muchos corsos votan por Le Pen, mientras que en las locales votan las listas regionalistas y/o nacionalistas. En las últimas elecciones presidenciales de 2022, un 58,08 % de los corsos votó por Le Pen.
Mossa Palatina nació el 9 de marzo de 2024. Se formó a partir de la asociación cultural Palatinu creada por Nicolas Battini, actual líder del partido y antiguo miembro de Femu a Corsica, otro partido autonomista corso.
El partido se define como autonomista e identitario corso, aunque no separatista, conservador y enemigo del islamismo. Nicolas Battini, afirma que quiere combatir el wokismo, el jacobinismo y el islamismo. Mossa Palatina reivindica el derecho a poder criticar el islam y a rechazar la islamización de la sociedad por medio de la inmigración masiva.
Se trata del partido nacionalista corso mas reciente y el quinto en conformarse y acusa al resto de partidos corsos de estar «pervertidos por la izquierda». Se podría calificar como un partido liberal conservador contrario a la inmigración y a la islamización.
En una entrevista a Battini realizada por Corse Net Infos, afirmaba que la isla sufre problemas debido a la inmigración, concretamente por la inseguridad, pero también de reemplazo poblacional. Battini afirmó que gracias a que Córcega no posee ciudades tan grandes como en la Francia continental los problemas aún no son tan graves como en París o Marsella. Pero advierte que hay una tendencia a terminar como Seine-Saint-Denis, por lo que es importante actuar antes de llegar a un punto crítico.
Las medidas contra la inmigración que proponen van desde eliminar la nacionalidad por nacimiento, pasando por la eliminación de la reagrupación familiar y el establecimiento de visados de trabajo regulados y temporales.
Los problemas derivados de la cuestión de la autonomía de la isla es algo con lo que tendrá que lidiar la coalición. Para RN la autonomía de Córcega sería un retroceso y una postura inasumible por parte de la tradición jacobina y centralista de la política francesa. Aun así esta alianza pone sobre la mesa el grave problema de la inmigración masiva y como la actual situación social y política fuerza a conformar extrañas coaliciones. Se trata de afrontar uno de los mayores problemas de la Francia actual.
Veremos si RN junto con sus diversos aliados podrá solucionar estos problemas, o solo los mitigara tibiamente como otros líderes europeos de la llamada extrema derecha como Meloni en Italia o Mitsotakis en Grecia, que persiguen la inmigración ilegal mientras siguen haciendo regularizaciones masivas y facilitando la inmigración legal. Debemos recordar que ninguna de estos partidos políticos liberales cuestiona el modelo económico que necesita de esta mano de obra extranjera.