Hace unos 50 años, era de ver que los países permitieran la doble nacionalidad, pero en la actualidad es algo cada vez más extendido. Según los expertos en la materia, esta industria genera unos 25.000 millones de dolares al año en todo el mundo. Evidentemente existen unas nacionalidades más cotizadas que otras, como las de los países europeos, pues te permiten unas ventajas de movilidad y acceso a ciertos privilegios.
El actual modelo migratorio que junto a las laxas políticas migratorias que se han practicado durante las últimas décadas, han creado un efecto llamada hacia los países menos desarrollados que exportan dicha inmigración. Los despachos de abogados de autóctonos e incluso de inmigrantes de segunda y tercera generación han creado un negocio en torno a la obtención de la nacionalidad, lo que crea una problemática en los países receptores y disipa su carácter nacional.
Desde hace unos años es verdad que este negocio no es criticado en los medios de comunicación puesto que a la par que en el resto de europa, estos junto a las instituciones oficiales tienen censurados los temas que giran en torno a la inmigración para no crear un supuesto “racismo”. Pero si hacemos una rápida búsqueda en el buscador de Google podremos observar como al momento nos aparecen numerosas páginas y bufetes que se benefician y facilitan de dicha burocracia.
En España el CSIF ya en 2017 denunció como existía un negocio en torno a el negocio de las solicitudes de nacionalidad, el cual fue capaz de generar unos 15 millones de euros desde 2015. El procedimiento para adquirir la nacionalidad española por residencia fue regulado por el Gobierno a través del Real Decreto 1004/2015, de 6 de noviembre, que se desarrolló después a través de la Orden JUS/1625/2106, de 30 de septiembre.