El IPC, índice de Precios de Consumo en España, ha aumentado en cuatro décimas en la lectura interanual de diciembre según el INE, colocándose con una tasa del 2.8% frente al 2.4% de noviembre. Esta cifra supone el nivel más alto de inflación registrado desde julio de 2024 y esta determinada principalmente por el aumento de los precios de los carburantes y el incremento de precio de los paquetes turísticos.
Este fenómeno económico es algo a lo cual los españoles ya están acostumbrados, puesto que año a año ven cómo los precios de sus alquileres, la luz, gas, alimentos y carburantes no paran de aumentar. Desde el Ejecutivo se ha tratado de correlacionar estas subidas con la Guerra de Ucrania, negando ser parte de la problemática y echando galones fuera.
Desde el 1 de enero de este 2025, tras la rebaja del IVA en determinados productos, este subirá del 2% actual al 4% en alimentos básicos como aceite de oliva, el pan, la leche, legumbres o cereales. También los aceites de semillas y la pasta, vuelven a como estaban antes de la rebaja y su IVA pasa del 7,5% al 10%.
Los precios de la vivienda seguirán subiendo tanto en su compraventa como en alquiler de estas, con incrementos estimados de hasta el 12% y el 11%, debido a una falta de oferta en las grandes ciudades. También se estima que el litro de diesel sufrirá una subida de entre 10 y 11 céntimos. Los impuestos sobre vapeadores y cigarros electrónicos se incrementarán, lo que su fiscalización durante el año encarecerá estos productos, a la par se estima que el tabaco también podrá encarecer su precio durante el año.
La electricidad vuelve al tipo de IVA del 21%, lo que supone un encarecimiento del 13% en sus facturas, y el gas por su parte mantendrá los precios. En cuanto a la telefonía, las grandes operadoras aplican aumentos de entre 2 y 6 euros en sus tarifas. También los peajes aumentarán hasta un 4% en autopistas estatales, y los envíos postales de Correos se incrementarán un 8,5% para cartas estándar.
Por últimos hemos de señalar que las pensiones contributivas se revalorizarán un 2,8%, mientras que las mínimas suben un 6% y las no contributivas alcanzan un incremento del 9%, lo que supondrá un alza del 3%. También hemos de señalar que el Euríbor terminó 2024 a la baja y las previsiones para 2025 apuntan a más descensos.