Un joven magrebí de 17 años, residente en el centro de menores de la Casa de Campo, en Madrid, fue detenido tras robar un teléfono móvil a una mujer en el barrio de Aluche. El menor, conocido en el centro por su comportamiento problemático, ya había cometido otros delitos similares en el pasado.
El joven siguió a la víctima, que llevaba el móvil colgado al cuello con un cordón. Entonces, aprovechó el momento en que ella no lo veía para arrebatarle el teléfono y salir corriendo. Testigos y la propia mujer dieron una descripción que permitió a la Policía sospechar que el responsable del robo era uno de los residentes del centro de Batán.
Cuando los agentes llegaron al lugar, la mujer reconoció al joven, quien devolvió el móvil. El menor fue detenido y trasladado a la Fiscalía de Menores.
El centro de menores de la Casa de Campo, inaugurado hace varios años, ha sido un foco de conflictos desde el principio. El personal del centro ha reportado situaciones como revueltas y amenazas hacia los trabajadores, además de un aumento en los robos en los barrios cercanos.
Tres años atrás, la Comunidad de Madrid anunció su intención de trasladar el centro a Fuenlabrada, pero el cambio aún no se ha realizado. Los vecinos del área continúan exigiendo el cierre del centro y su reintegración en la red de albergues juveniles. Además, consideran que la presencia de este centro está contribuyendo a la degradación de la zona y afecta negativamente a los barrios colindantes.