El pasado 28 de febrero Grecia vivió de nuevo una huelga general que duró 24 horas. Fue convocada con motivo del segundo aniversario del accidente ferroviario ocurrido cerca de la localidad de Tempe, en la región de Tesalia, en la línea Atenas-Salónica. Murieron 57 personas y 180 resultaron heridas, la mayoría de ellas jóvenes, debido al choque entre un tren de pasajeros y otro de mercancías. Los sindicatos, los partidos políticos de la oposición y la ciudadanía, llevan exigiendo responsabilidades al gobierno conservador del primer ministro Kyriakos Mitsotakis (Nueva Democracia) desde el primer momento, para esclarecer lo que se ha denominado como Crimen de Tempe.
La huelga tuvo una participación espectacular, teniendo más de un 90% de seguimiento y participando en las manifestaciones mas de 1,5 millones de personas. Fue convocada por los sindicatos GSEE (Confederación General de Trabajadores Griegos) y ADEDY (Confederación de los Sindicatos de Empleados Públicos), a los que se sumaron los trabajadores ferroviarios, marineros y controladores aéreos. Hubo protestas en 250 ciudades y pueblos de toda Grecia, pero sin duda la más grande de ellas se dio en Atenas. Fuentes policiales estimaron la participación en las jornadas de la capital en 200.000 personas, pero los organizadores señalaron que fueron 500.000 personas. La huelga no transcurrió sin incidentes, pues en la plaza Sintagma se dieron choques con las fuerzas del orden, motivados porque un grupo de enmascarados arrojó piedras y cócteles molotov contra la policía, en respuesta se emplearon gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y tanquetas de agua a presión contra los manifestantes. Hubo un total de 99 detenidos y 50 heridos.
Al contrario que en España con el desastre natural de la DANA, la tragedia ferroviaria ha unido a la sociedad griega contra el gobierno y todos los responsables del desastre. Se ha logrado movilizar a toda la sociedad, participando activamente los sindicatos mayoritarios GSEE y ADEDY, los principales partidos de la oposición, el partido socialista PASOK y el Partido Comunista de Grecia (KKE), y una gran cantidad de personas hartas de la situación que vive el país heleno. El 27 de febrero el partido PASOK anunció que iba a realizar una moción de censura contra el gobierno. Pero sin duda la fuerza mas crítica ha sido el KKE, especialmente con los aforamientos de los políticos que quieren eludir responsabilidades, y contra las actitudes de otras fuerzas políticas que obstaculizaron la realización de la protesta.
El mismo día 27 de febrero salió a la luz el informe de la Agencia Nacional de Investigación de Accidentes Aéreos y Ferroviarios de Grecia (EODASAM). El documento identifica fallos críticos en la infraestructura ferroviaria, desde errores humanos hasta deficiencias en los sistemas de seguridad. Si bien el error principal lo habría tenido el jefe de la estación de Larissa, que desvió el tren de pasajeros manualmente a la vía por donde circulaba el tren de mercancías, esto se debía a que los sistemas de señalización en la línea férrea no funcionaban, y debían efectuarse los cambios manualmente sin verificación automática de rutas. El informe señala la falta de protocolos de comunicación de desvíos, la falta de inversión, de mantenimiento, una plantilla insuficiente y ausencia de sistemas de seguridad automatizados, como los sistemas de seguridad ETCS (siglas en inglés de Sistema de control ferroviario europeo) o ATP (Protección Automática de Trenes) que detectan errores automáticamente y detiene los trenes en caso de peligro. Los dos trenes circularon 19 minutos por la misma vía sin ningún tipo de alerta. La modernización ferroviaria prevista para 2014 sigue incompleta a día de hoy. Tras producirse el choque de trenes la respuesta de emergencias estuvo mal coordinada y el rescate sufrió retrasos. Lo más grave de todo lo que revela el informe es que asegura que el escenario del accidente fue alterado de tal manera que se destruyeron pruebas importantes.
La sociedad griega exige que paguen los responsables, a todos los niveles. De momento 40 personas han sido procesadas por lo sucedido pero ninguna ha sido condenada. No es la primera vez que se convoca una huelga general por el accidente de Tempe, ya el 8 de marzo de 2023 tuvo lugar la primera, seguida por otra el día 16 del mismo mes. Con anterioridad y debido a las condiciones económicas de bajos salarios y precios altos, se realizó una huelga general el 9 de noviembre de 2022, y la más reciente fue el 20 de noviembre de 2024, contra el gobierno de Mitsotakis por los mismos motivos. A diferencia de España, cuya ultima huelga general fue hace 13 años, la sociedad helénica está mas habituada a confrontar con el gobierno para defender sus intereses.