Cruz Roja (o Media Luna Roja), se define como una organización humanitaria de carácter voluntario, con un fuerte arraigo en la sociedad, y con las pretensiones de dar respuestas integrales a las personas vulnerables desde una perspectiva de desarrollo humano y comunitario. Pero en concreto en España, su reputación pende de un hilo tras su laxa actuación en la DANA de Valencia.
En los últimos días, la financiación obtenida por Cruz Roja en España se ha convertido en un tema viral en las redes . Según los datos publicados, la organización recibió 502.563.841 euros en subvenciones públicas, mientras que 224.958.025 euros provienen de la captación de recursos. Además, 111.647.928 euros corresponden a la prestación de servicios, y otros 16.815.273 euros aparecen en sus cuentas bajo el concepto genérico de «otros».
Tras la DANA de Valencia otro apartado de sus gastos fue puesto sobre la mesa. Su actuación como organización muleta del estado velando sus intereses en torno al modelo migratorio, fue una gran polémica después de que los españoles vieran como sus compatriotas morían sin ayuda alguna en Valencia mientras que se seguía dando apoyo de esta organización a las mafias del mar.
Solamente en inmigración Cruz Roja gasta 300.000.000 de euros. Estos se destinan a velar por que los cayucos lleguen a tierra española, a hacer presión para modificar la legislación sobre el tema migratorio para facilitar su regulación, realizando programas de atención y asesorándolos para que obtengan el régimen de refugiados.
Por último, esta organización ha gestionado durante la última década varios contratos con la administración para cubrir servicios públicos, como atención social en situaciones de emergencia, teleasistencia para mayores y apoyo a personas sin hogar. Estos contratos forman parte de su actividad vinculada a competencias estatales, permitiendo así la financiación de sus operaciones, incluyendo los salarios de sus altos cargos.