En las primeras estimaciones, al menos 190.000 personas se han visto afectadas por las inundaciones provocadas por la DANA, entre ellas 216 muertos. Estas cifras corresponden a un área superior a las 50.000 hectáreas en toda la provincia de Valencia. En la región de Castilla-La Mancha, las inundaciones han dejado siete personas fallecidas y daños materiales en decenas de municipios, que todavía deben cuantificarse. En Andalucía se registraron más de 3.000 incidencias, con un fallecido y pérdidas en el sector agrícola y ganadero superiores a los 100 millones de euros.
En la Comunidad Valenciana el sector agrario ha estimado que las pérdidas ascienden hasta los 816 millones de euros, debido tanto a daños estructurales como al impacto directo en cultivos y granjas. Se cree que puede haber afectadas unas 172.000 hectáreas con mayor o menor intensidad, mientras que las zonas de cultivos dañados serían unas 50.000 hectáreas.
Los cultivos que han quedado más afectados son los cítricos, los caquis y las hortalizas, así como viveros y plantas ornamentales. En menor medida también se han visto afectados los viñedos, donde puede haber unas pérdidas superiores a los 300 millones de euros. En el sector ganadero, se han perdido cerca de 9.000 animales. Además, un gran número de colmenas de apicultores han sido arrastradas por las aguas, con un coste superior a los 4 millones de euros.
Según la Junta de Castilla-La Mancha, en la provincia de Albacete los daños calculados ascienden a 15,5 millones de euros, afectando a 3.200 hectáreas de cultivos leñosos, así como a 300 toneladas de aceitunas, que se han echado a perder. También se reportan daños en 600 kilómetros de caminos rurales y en casi 12.000 cabezas de ganado.
En la provincia de Cuenca, los daños cuantificados en el sector agrario superan los 18 millones de euros. Entre los daños destacan casi 1.500 kilómetros de caminos, que prácticamente han desaparecido, y la pérdida de 1.900 hectáreas de suelo de cultivo, así como diez toneladas de almendra.
Como suele pasar en este país, el sector agrícola y ganadero es siempre el gran olvidado. Desde las asociaciones y sindicatos del campo, ya han mostrado su preocupación ante la creencia de que muchos agricultores y ganaderos no podrán acceder a las ayudas debido a los complicados requisitos para acceder a ellas.