Alrededor de las 4 de la madrugada, los efectivos de bomberos municipales allí desplegados conseguían por fin extinguir las llamas del que es ya el peor incendio de la historia de la ciudad de Valencia. Sin embargo, el interior se encuentra aún muy caliente y a esta hora de la mañana los bomberos continúan trabajando para enfriar el edificio y poder entrar a rescatar el cuerpo de los fallecidos.
Al parecer, el incendio, que redujo el edificio a su estructura en menos de media hora, podría tener origen eléctrico y, como ya apuntaba ayer el Colegio de Ingenieros Técnicos de Valencia, la rapidez en su propagación se debería al uso de polietileno, un material altamente inflamable que servía de aislante para fijar las placas de aluminio de la fachada de esta finca de pisos construida en 2008 y que contaba con 138 viviendas.
El fuego se inició en la octava planta de la finca, formada por dos edificios donde residían más de 400 personas. Se estima que el número de desalojados supera los 150, algunos de los cuales han podido refugiarse en casas de familiares y allegados, mientras que los demás han sido realojados en hoteles de la ciudad.