Era de prever que, ante la proximidad de varios procesos electorales, la extrema derecha arreciara sus crĂticas contra el Frente Obrero. Parten de una base errĂłnea -la de que tanto el Frente Obrero como las formaciones ultras se dirigen a un mismo perfil de votante- y se empiezan a lanzar falsedades y bulos tanto contra Roberto Vaquero como contra la formaciĂłn que preside. Se trata de asustar al posible votante del Frente Obrero mediante una muy poco elaborada visiĂłn de su carĂĄcter comunista, sobre el pasado carcelario de algunos de sus miembros, sobre su defensa de Stalin, sobre sus formas violentas y sobre un pretendido camuflaje de su verdadera ideologĂa para ofrecerla al gran pĂșblico de una forma mĂĄs civilizada y comercial.
Para muchos de nosotros, que llevamos ya años siguiendo con interĂ©s las peripecias del Frente Obrero y de su oferta polĂtica, todo esto se venĂa venir. Creo que la extrema derecha -en el estrecho abanico que va desde el francofalangismo hasta VOX– parte de una premisa equivocada con respecto a Roberto Vaquero y al Frente Obrero. Parten de la base de que -tanto su militancia como su extensa base de simpatizantes y electores- tienen una visiĂłn de España -una visiĂłn polĂtica- similar y, muchas veces, idĂ©ntica. Ello les lleva a disputarse un nicho electoral que entienden comĂșn para todos. Pero esto no es cierto. Es un tremendo error de bulto cometido por esos oscuros entornos polĂticos.
No son los mismos votantes: el pĂșblico al que dirigen sus ofertas no es el mismo. IntentarĂ© poner un poco de luz en esta cuestiĂłn.
El Frente Obrero no es comunista. Su programa polĂtico estĂĄ absolutamente claro y estĂĄ abierto a toda aquella persona que estĂ© interesada en leerlo. En la constituciĂłn de este partido han intervenido, de manera decisiva, militantes comunistas: pero Ă©stos coexisten con personas de muy diversa procedencia polĂtica dentro de la organizaciĂłn. Se trata de una formaciĂłn genuĂnamente transversal y democrĂĄtica.
El Frente Obrero no enmascara ideas comunistas bajo una ligera capa de barniz cosmĂ©tico. Los puntos claves de la alternativa frentista se encardinan dentro de una transformaciĂłn profunda de la realidad española que pueden ser asumidos -sin ningĂșn esfuerzo- por todos aquellos que anhelamos polĂticas de contenido revolucionario para la soluciĂłn de los problemas nacionales.
El Frente Obrero no es nacionalista: defiende la cultura española como un elemento mĂĄs de progreso y de transformaciĂłn del modelo polĂtico y econĂłmico vigente, y considera profundamente reaccionario cualquier modelo polĂtico individualista y apĂĄtrida. De esta forma, la lucha por la identidad nacional española -lejos de la rojigualda y ultra pandereta– es un factor indispensable de la transformaciĂłn efectiva de nuestra economĂa y de nuestra sociedad. Es decir: el patriotismo revolucionario.
El Frente Obrero se pronuncia contra la islamizaciĂłn de la sociedad española no por motivos identitarios o racistas. Se considera al Islamismo como una fuerza reaccionaria frontalmente opuesta a cualquier avance polĂtico o social: se critica el actual modelo migratorio porque, al crear cada vez mĂĄs grandes bolsas de marginalidad en nuestros pueblos y ciudades, constituye la punta de lanza de esta terrorĂfica amenaza.
El Frente Obrero nunca ha estado aliado con ninguna de las organizaciones polĂticas independentistas que propugnan la secesiĂłn de Cataluña: esta afirmaciĂłn supone una profunda ignorancia sobre la trayectoria polĂtica del Frente Obrero, siempre enfrentado al independentismo mediante un firme rechazo a los polĂticos que lo sostienen.
Particularmente puerca ha sido la acusaciĂłn de pasado carcelario y de terrorismo realizada respecto a algunos dirigentes del Frente Obrero: en concreto, y de manera directa, a Roberto Vaquero. Estos lĂderes han sufrido proceso penal y prisiĂłn por organizar la salida de combatientes desde España para luchar contra el Estado IslĂĄmico en Siria. Algo que -desde luego- no harĂĄ ninguno de los que tanto insultan.
Lo miremos como lo miremos existe un hecho claro y evidente: el Frente Obrero continĂșa su ascenso progresivo como fuerza polĂtica emergente, y estas polĂ©micas artificiales y forzadas son tan inconsistentes como el rocĂo de la mañana.
ÂĄAlbricias!
«Lo miremos como lo miremos existe un hecho claro y evidente: el Frente Obrero continĂșa su ascenso progresivo como fuerza polĂtica emergente, y estas polĂ©micas artificiales y forzadas son tan inconsistentes como el rocĂo de la mañana».
HacĂa falta algo asĂ desde harĂĄ treinta años, por lo menos: superar el habitual sectarismo y cambiar por convicciĂłn, fruto de la reflexiĂłn a partir de los hechos, y no traicionar el ideal por mor de mantener el poder o por meras conveniencias crematĂsticas, para «trepar» y «forrarse».
«Nunca es tarde si la dicha es buena».
Ă@nimo, pues!
Gracias por tus comentarios!!!
Tenemos suerte de ser españoles!! Se avecina el cambio, volveremos a ser un gran paĂs.
Gracias por leerme Omar!!!
Y en el otro lado los llaman fascistas; muy buena la columna Nacho!
Gracias MartĂn!!!
No se podĂa decir mĂĄs claro. OjalĂĄ en estas elecciones se logre representaciĂłn, es difĂcil pero no imposible, en cualquier caso, quedar por delante de fuerzas extraparlamentarias que no son soluciones reales, que mĂĄs gente conozca el partido, ganar mĂĄs militantes y simpatizantes, salir en medios de comunicaciĂłn, mĂĄs experiencia para el partido… incluso sin obtener representaciĂłn harĂa crecer el partido, algo vital de cara a las europeas.
PD: En la segunda lĂnea del segundo pĂĄrrafo hay una errata, «venĂa venir» en vez de veĂa venir.
Alberto… 100% de acuerdo contigo!!! (tomo nota de la errata… malditas prisas)…