El pasado martes, en Gran Canaria, un hombre de unos sesenta años agredió a un niño de doce años sin que existiera previamente provocación ni palabra alguna.
El chico salió del instituto y se dirigía a coger el autobús, cuando notó que alguien le seguía muy de cerca. Según relata la madre del menor, el niño vio una sombra y notó un fuerte olor a alcohol, por lo que se dio la vuelta. En ese momento, recibió un fuerte puñetazo en la cara. A continuación, el hombre le agarró del cuello y lo arrastró contra un muro, rozándole la cara.
Otros estudiantes del mismo instituto, que esperaban en la parada del autobús, presenciaron la escena y comenzaron a increpar al agresor. Gracias a esto, el hombre soltó al menor y huyó del lugar.
A causa de la agresión, el niño presenta un ojo hinchado por el puñetazo, así como abrasiones en la cara derivadas del momento en que el hombre le empujó contra el muro.
La Policía, a raíz de la denuncia de la familia del niño, ha podido identificar al agresor gracias a la descripción del menor y de los testigos, que han declarado que, en el momento de la agresión, tenía una herida sangrante en la cara y portaba una botella. Además, el individuo es conocido por los alumnos del instituto porque no es la primera vez que amenaza a alguno de ellos.
Una vez identificado, la Policía sospecha que el hombre puede tener algún trastorno mental. Sin embargo, a pesar de su comportamiento violento, continúa en libertad sin que los servicios sociales o las autoridades competentes se hagan cargo de la situación que tiene alarmados a los padres de los alumnos de ese instituto.