Otra semana más y la actividad diplomática en Siria no para, incluso se podría decir que arrecia. A inicio de la semana, encabezando la legación diplomática de la UE, Kaja Kallas afirmó que el 27 de enero se reunirían para hablar de la flexibilización de las sanciones al nuevo régimen. Sin embargo otros diplomáticos occidentales han mostrado preocupación por la asignación de altos mandos de nuevo gobierno a extranjeros de corte islamista, como uigures o kirguisos. Paralelamente también se ha producido una reunión en Riad para tratar específicamente la situación siria. De la intrascendente de las declaraciones tras su celebración fue el estraño doble rasero donde se nombró a Israel como potencia ocupante en el país, pero no a Turquía. Las legaciones libanesa y nipona también se han reunido con la nueva administración siria desde que escribimos nuestra anterior nota el jueves pasado.
Este mismo jueves 16 de enero se produjo también la visita a Damasco del ministro de Exteriores español, Albares. En unas declaraciones previas valoró como positivo la apertura de las cárceles de Assad. Parece que a todos se les ha olvidado que los nuevos amos y señores de Siria no son más que una escisión de Al Qaeda, ese mismo grupo terrorista que perpetró los brutales atentados de Atocha. Como hecho destacado, el ministro ha vuelto a izar la bandera en la embajada española 12 años después de su cierre en la capital Siria. Entre las declaraciones del delegado español destacaríamos las siguientes: “tiene que ser la Siria del futuro: una Siria pacífica, inclusiva y con respeto a su soberanía y a su integridad territorial”.
En el plano militar, en el pasado habíamos informado de los esfuerzos estadounidenses por una tregua entre turcos y kurdos. Recientemente se ha dado a conocer las negociaciones para que Estados Unidos y Francia patrullen la frontera norte del país para evitar así la amenaza kurda que esgrime Ankara como argumento para intervenir militarmente contra las FDS-Fuerzas Democráticas Sirias- prokurdas. Las mismas FDS han reportado el bombardeo turco de un grupo de civiles que circulaban por carretera al sur de Manbij. En esa misma zona se encuentra la presa de Tishreen, cuyas inmediaciones también han sido atacadas por los turcos, causando bajas civiles. También se reportaron bombardeos turcos en Al-Masrab, dejando como víctimas a dos niños y a su padre.
El martes se daba a conocer un bombardeo israelí en la región de Quneitra. El objetivo del mismo era la entrega de un convoy del Departamento de Operaciones Militares, el órgano militar del actual provisional gobierno sirio. Esta sería la primera acción militar conocida de los hebreos contra el nuevo gobierno sirio
También esta semana Koldo García publicaba en su blog personal un interesante artículo sobre la cuestión clave del gas en el derrocamiento de Al Assad, con Qatar y demás monarquías del golfo interesados en lanzarlo por medio de Turquía hacia Europa, sin intermediación de Rusia e Irán, afectando así indirectamente también a China. Y es que no nos podemos olvidar que uno de los grupos yihadistas aliados a HTS es el Partido Islámico del Turquestán, de origen uigur, que tras su triunfo en Siria podrían verse animados a lanzarse a la acción en Xinjiang, una región clave en el tránsito continental de la Nueva Ruta de la Seda
Pasando al plano social, se han hecho virales las imágenes de la ejecución pública del alcalde de Damr, sujeto a un poste y fustigado por una muchedumbre-donde destaca la numerosa afluencia de niños-, para luego ser desmembrado. En Alepo se reportaron protestas en la calle por empleados públicos que fueron despedidos y reemplazados por personal procedente de Idlib. Pero la cuestión más reseñable es la situación de las mujeres. Esta semana hemos conocido vídeos de charlas públicas de miembros de la coalición gubernamental-algunos de ellos marroquís- sobre el hiyab islámico, así como la colocación de carteles donde se incita a vestir a la forma islámica a las mujeres. Además se han mostrado imágenes que revelarían que el nuevo régimen estaría planeando el reparto de un millón de niqabs gratuitos, elaborados con colaboración de Arabia Saudí y ONGs salafistas. Mientras otros grupos islamistas -como ya indicamos con los uigures muchos de ellos desconocen la realidad socio-cultural siria-, ejercen presión al nuevo gobierno para que intensifique la senda islamista. Esto se evidencia por ejemplo en las redes de propaganda del Estado Islámico.