El INE publicó a finales de enero sus datos de cierre de año. El número de ocupados aumentó en 34.800 personas en el cuarto trimestre de 2024, situándose en 21.857.900. La tasa de variación trimestral fue del 0,16%. Así, el año cierra con un crecimiento de 468.100 nuevos empleos, con una gran dependencia del sector servicios (el 91% de los nuevos empleados pertenecen a este sector).

Esta creación de empleo está impulsada en gran medida por el sector público, ya que en el cuarto trimestre del año se crearon más de 50.000 puestos de trabajo en la Administración, mientras que el sector privado perdió más de 15.600 empleos. Se ha alcanzado una cifra histórica de ocupados en el sector público: 3.591.200 trabajadores. La creación de empleo público está liderada por Canarias y La Rioja, donde los empleos de carácter público crecieron un 11%, seguidos de Asturias, con un incremento del 5,8%; Cataluña (5,5%) y Galicia (3,4%).

Del total de empleos generados en 2024, el 62% son a tiempo completo y el 37% restante, a tiempo parcial.

También es importante tener en cuenta, al analizar la creación de nuevos empleos, si estos son ocupados por la misma persona, sin que realmente aumente el número de personas ocupadas, o si efectivamente hay más personas empleadas. Este es un aspecto clave, ya que el número de personas pluriempleadas ha crecido significativamente en los últimos años, alcanzando las 600.000 en 2024.

La tasa de paro, por su parte, se redujo 1,2 puntos porcentuales en el último año, situándose en el 10,6% de la población activa. Es una clara mejoría respecto al año 2008 (inicio de la crisis), pero no representa un “mínimo histórico”, ya que en el tercer trimestre de 2006 la tasa de paro era del 8,1%. También debe tenerse en cuenta que, tras la reforma laboral de Yolanda Díaz, la comparación entre años no es exacta, al haberse incluido nuevas figuras de contratación como el fijo discontinuo.

Asimismo, es necesario analizar la tasa de paro desde una perspectiva demográfica y territorial, ya que está desigualmente repartida por edades y regiones, y esta mejora no está afectando de manera uniforme a toda la sociedad. Por ejemplo, el paro en menores de 25 años alcanza el 25%.

Por comunidades autónomas, hay regiones con cifras de desempleo por debajo de la media nacional, como Navarra (6,6%) y Aragón (7,6%), mientras que en otras la tasa de paro se eleva considerablemente, como en Andalucía (15,7%), Extremadura (15%) o Canarias (11,9%). Ceuta y Melilla son casos aparte, con tasas del 21% y 26% respectivamente.

El desempleo también afecta en mayor medida a las personas con menor nivel educativo, alcanzando el 22% entre quienes solo cuentan con educación primaria, mientras que es del 6% entre aquellos con estudios superiores.

La mayor parte de los parados en la actualidad (42%) lleva buscando empleo menos de 6 meses (ya sea su primera búsqueda o hayan trabajado antes), mientras que uno de cada cuatro parados lleva más de 2 años sin empleo.

Queda por ver si este incremento en la creación de empleo y la reducción del desempleo se mantendrán en 2025, ya que España sigue lejos de la media del resto de miembros de la UE. Nuestro país, con un 10,6% de desempleo, es el que registra la mayor tasa entre los 27 miembros de la Unión Europea (media del 5,9%) y de la zona euro (6,3%). En esta lista, los tres países con mayores tasas de paro son España, Grecia (9,4%) y Finlandia (8,7%), mientras que las menores tasas corresponden a la República Checa (2,6%) y Polonia (3%).