La temporada pasada, los insultos desde el sector mĆ”s radical de la grada valencianista sirvieron para que las redes sociales ardieran. Desde ese momento, la espectacularizaciĆ³n del racismo ha alentado la figura de Vinicius. Tal ha sido la repercusiĆ³n, que Netflix ha comenzado a grabar un documental sobre el brasileƱo. La empresa estadounidense pidiĆ³ las acreditaciones, pero la repercusiĆ³n mediĆ”tica en redes sociales dictĆ³ sentencia y las cĆ”maras de Netflix no entraron.
AĆŗn sin las cĆ”maras de la producciĆ³n, el jugador pasĆ³ a la acciĆ³n. En su celebraciĆ³n del primer tanto, el brasileƱo levantĆ³ el brazo con el puƱo cerrado. La imagen dio la vuelta al mundo; el sĆmbolo habĆa sido inmortalizado. Netflix y Vinicus habĆan conseguido la espectacularizaciĆ³n que buscaban, el objetivo estaba cumplido.
El silencio de los corderos
La figura de Vinicius ha silenciado el resto de los insultos que se producen en los terrenos de juego. Sin ir mĆ”s lejos, en el antecedente de Mestalla, La Liga denunciĆ³ cĆ”nticos racistas hacia Peter Federico -jugador del Valencia cedido por el club merengue- por parte de los desplazados madridistas. En esta ocasiĆ³n, ni Vinicius ni Netflix se estremecieron por lo sucedido. La espectacularizaciĆ³n y el silencio han sido las dos vertientes de los protagonistas.
No es la primera vez que la grada de un estadio de fĆŗtbol profiere insultos hacia un deportista, de hecho, ocurre a diario en las diferentes disciplinas. Sin embargo, la repercusiĆ³n y la preparaciĆ³n han aupado al brasileƱo a un papel que no le corresponde.
Wilfred, ex portero del Rayo Vallecano en la dĆ©cada de los 90, tenĆa que soportar cĆ”nticos mencionando al Ku Klux Klan de estadios completos y a menudo tambiĆ©n sonidos que imitaban a un mono. Ćl simplemente se centraba en su juego y trataba de olvidar los elementos externos. Fue condecorado tras su retirada y tras su fallecimiento aĆŗn se le recuerda en Vallecas. Wilfred quedĆ³ como una leyenda y lo hizo sin necesidad de buscar rentabilizar el supuesto racismo.