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¿Quién es Sarah Wagnenknecht?

Soplan nuevos vientos en la política alemana

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Los medios españoles no aclaran demasiado sobre la figura de Sarah o analiza sus tesis con detalle y rigor, que fue portavoz de economía en Die Linke y no mucho más. Pero si le dedican este tipo de descripciones: «líder del rojipardismo», «la musa que bebe de la extrema derecha», «el ariete populista», «nostálgica de la Unión Soviética»…

Para encontrar algo con más rigor, detalle o análisis, y que no se quede en la mera superficialidad, hay que investigar en las páginas del Europarlamento, el Bundestag, la prensa alemana o las propias webs personales de ella o de su nuevo partido, ya que en España es difícil encontrar información

Nació el 16 de julio de 1969 en Jena; hija de madre alemana y padre iraní (que la abandonó a ella y su madre siendo Shara una niña). Creció y vivió junto a su madre en Berlín Oriental, donde cursó bachillerato. Después de graduarse de la escuela secundaria, a Wagenknecht se le prohibió en un principio estudiar en la RDA. Trabajó como secretaria durante unos meses, y dio clases particulares de ruso. Tras la caída del Muro de Berlín, reanudó inmediatamente sus estudios.

Así, estudió filosofía y literatura alemana moderna, y se graduó en Groningen con una tesis sobre Hegel y Marx. En octubre de 2012 se doctoró en Economía con la tesis Los límites de la elección. Decisiones de ahorro y necesidades básicas en los países desarrollados.

Entre  1991 y 1995 tuvo distintos cargos en el Partei des Demokratischen Sozialismus  En el año 2000 hasta 2007 forma parte de Linkspartei. PDS, a partir de ese año se une al Partido Die LINKE, con una posición de miembro del comité de Programa. De octubre de 2015 a noviembre de 2019 fue presidenta del grupo parlamentario DIE LINKE en el Bundestag. Desde diciembre de 2023 es miembro no inscrito debido a la disolución del grupo parlamentario Die Linke.

Diputada del Parlamento Europeo, entre 2004 y 2006  con Partei des Demokratischen Sozialismus, en 2006 y 2007 con Linksparteis.PDS y entre 2007  y 2009 con  Die Linke. Miembro de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y miembro suplente de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. Destacan en el parlamento europeo sus intervenciones en debates del pleno en el Plan Europeo de Recuperación Económica 2009, Políticas de empleo, donde apoya que hay que invertir en economía real, dando bastante “caña” a la privatización salvaje y a la concentración de la riqueza. En Los diez primeros años de la UEM critica el apoyo a los bancos y cuestiona que el funcionamiento del BCE no sea democrático.

Es también una autora prolífica, con libros como Capitalismo en coma, Un diagnóstico socialista, Contra la izquierda neoliberal, Capitalismo, ¿qué hacer?, Escritos sobre la crisisCómo nos salvamos del capitalismoValientemente contra la corriente. Sobre Goethe, el poder y el futuro.

¿Cuáles son sus principales posiciones?

Crítica con los acuerdos del SPD y los Verdes, que considera más atentos a cumplir con la agenda 2030 que a una política de igualdad social, Wagenknecht adopta un tono crítico con el capitalismo. En línea tradicional de su partido, Wagenknecht siempre ha simpatizado con los intereses rusos y ha criticado a Estados Unidos por sus misiones en el extranjero, comparando los ataques aéreos en Siria con los ataques terroristas en París. Crítica también con la OTAN, ha advertido en repetidas ocasiones contra la adhesión de Ucrania, ya que podría provocar a Rusia. Después de que gran parte del partido se viera obligado a replantearse su posición tras la invasión rusa de Ucrania, Wagenknecht llamó la atención al pedir conversaciones de paz. A pesar de la guerra, quiere importar materias primas baratas de Rusia, y considera que las sanciones son una carga innecesaria para la economía alemana.

Durante la crisis del coronavirus, admitió que no se había vacunado contra la COVID, se erigió como una representante destacada de los no vacunados y se posicionó en contra de la obligación a hacerlo. Entre otras cosas, citó como razón las consecuencias supuestamente imprevisibles a largo plazo.

Sobre políticas de identidad, Wagenknecht se posicionó en contra de miembros de su propio partido y del entorno de izquierda. «La política de identidad se reduce a centrarse en minorías cada vez más pequeñas y cada vez más extrañas, cada una de las cuales encuentra su identidad en alguna peculiaridad que los distingue de la sociedad dominante y de la que derivan la pretensión de ser víctimas», escribió.

Y en lo que respecta a la política migratoria, Wagenknecht aboga por una mayor dureza en la política de refugiados. Considera que «hay límites más allá de los cuales nuestro país está desbordado y la integración ya no funciona. Por tolerancia mal entendida, Alemania no debe permitir que se difundan enseñanzas de odio religioso en nuestro país o que se explote nuestro estado de bienestar».

Sahra nunca ha sido un personaje cómodo y nunca ha dudado en ser crítica con las propias formaciones a las que pertenecía. Inició un movimiento denominado «Levántate» como una iniciativa para unir a la izquierda dispersa. Sin embargo, dentro del partido, su iniciativa fue recibida con críticas. Después de su retiro de las primeras filas de la política, que justificó con su agotamiento, En 2021, de repente volvió a estar en el punto de mira de los medios de comunicación con su libro Los arrogantes: en él sentencia que las nuevas políticas de izquierda se centran aspectos meramente de estilo de vida (ecologista, cosmopolita…), estableciendo una moral en vez de ocuparse de cuestiones como la igualdad social, los salarios y las pensiones; los auténticos problemas de la clase trabajadora.

Como resultado, sus críticos solicitaron la expulsión del partido, pero le fue denegada. 

Desde sus insinuaciones de fundar un nuevo partido, los políticos de izquierda han vuelto a pedir su dimisión. El 23 de octubre, Wagenknecht anunció que la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) se convertiría en un partido, y declaró su renuncia a Die Linke. 

Alianza Sahra Wagenknecht (BWS) se convertirá en su propio partido. Su programa y sus planteamientos

 El nombre BSW es un acrónimo para Alianza Sahra Wagenknecht (Bündnis Sahra Wagenknecht), también denominada Por la Razón y la Justicia (Für Vernunft und Gerechtigkeit). De momento no es un partido como tal, sino una asociación que busca serlo en los próximos meses. Sus principios parecen claros y se resumen en «Defendemos el retorno de la razón a la política. Alemania necesita una economía fuerte e innovadora, así como justicia social, paz y seguridad. Defendemos el comercio justo, el respeto a la libertad individual de sus ciudadanos y una cultura abierta de la discusión. Y necesitamos políticos de confianza que estén comprometidos con estos objetivos».


Su programa o manifiesto se resume (de momento) en cuatro puntos. En general se definen de una manera idealista, con frases solemnes y deseos comunes en ocasiones con propuestas «brindis al sol», pero también plantea medidas concretas y realistas.

Racionalidad económica:

Defensa de la industria y de la PYME alemana y freno a su decadencia. Mejora de la infraestructura y de los servicios públicos, de las administraciones sobrecargadas y de las regulaciones inútiles. Foco en educación. Revisión de la política energética que, como resultado de una supuesta política climática, hace que Alemania se vea amenazada con la pérdida de importantes industrias y empleos. Lucha contra los monopolios. 

Cohesión social, más solidaridad, igualdad de oportunidades y seguridad social:

Luchas contra la desigualdad social creciente, pues personas que trabajan y pagan gran parte de los impuestos llegan cada vez con más problemas a fin de mes, y tienen menos acceso a bienestar social. Ante la degradación de la sanidad, la vivienda y las pensiones se aboga por una meritocracia justa con igualdad real de oportunidades y un alto nivel de seguridad social. Refuerzo de la negociación colectiva y facilitar la aplicabilidad general de los convenios colectivos. Detener la privatización y comercialización de los servicios, como la salud, la atención o la vivienda. Sistema tributario justo que alivie la carga de las personas de bajos ingresos 

Más cooperación, soberanía y paz:

Por una nueva imagen de Alemania en política exterior. Se rechaza la resolución de los conflictos por medios militares y que se gasten más recursos en armas y equipos militares, especialmente en contra de las armas nucleares. Europa necesita una arquitectura de seguridad que también debería incluir a Rusia a largo plazo. Política que ponga el bienestar de sus ciudadanos en el centro bajo la premisa de que los intereses de Estados Unidos son diferentes de los alemanes. Objetivo de una Europa independiente de democracias soberanas en un mundo multipolar, no una nueva confrontación de bloques en la que Europa se divida entre Estados Unidos y el nuevo bloque conformado en torno a China y Rusia.

Defensa de la libertad personal. fortalecimiento de la democracia

Reactivación de la toma de decisiones democrática y proteger la libertad personal.  Rechazo a las posiciones extremistas de derecha, racistas y violentas. Oposición a la cultura de la cancelación, pues la creciente reducción del espectro de opiniones es incompatible con los principios de una sociedad libre. Lucha contra el nuevo autoritarismo político, que pretende educar a las personas y regular su estilo de vida o cómo se habla. Condena a los intentos de vigilancia y manipulación extensiva de las personas por parte de corporaciones, agencias de inteligencia y gobiernos.

Se reconoce que la inmigración y la convivencia de diferentes culturas pueden ser un enriquecimiento. Sin embargo, solo será así mientras la afluencia permanezca limitada a un orden de magnitud soportable por el país, que no sobrecargue la infraestructura de este y cuando la integración se promueva activamente y tenga éxito. Cualquier persona que sea perseguida políticamente en su país de origen tiene derecho de asilo, pero la migración no es la solución al problema de la pobreza en nuestro mundo. En su lugar, necesitamos unas relaciones económicas mundiales justas y una política que favorezca tener opciones de futuro en sus países de origen.

Esta nueva visión, veremos que nos depara. O cuál será la estrategia o objetivos de la nueva formación. Pero evidencia que tanto el bagaje de Shara, así como sus tesis, son bastante más profundas y menos «anecdóticas» de cómo se quieren presentar en los medios españoles.

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