Según los datos más recientes del avance de 2024, recogidos por la Estadística de Huelgas y Cierres Patronales del Ministerio de Trabajo, participaron en huelgas 243.626 trabajadores y se registraron 540.017 jornadas no trabajadas, lo que representa un descenso del 17,34% en el número de huelguistas respecto a 2023.
La mayor conflictividad laboral se dio entre los trabajadores de 45 a 54 años, con 93.697 participantes (38,5%) y 193.338 jornadas no trabajadas (35,8%). El grupo de 35 a 44 años, tuvo 66.771 huelguistas (27,4%) y 152.594 jornadas no trabajadas (28,3%). Entre los 25 y 34 años participaron 36.328 trabajadores (14,9%) con 77.128 jornadas no trabajadas (14,2%). En cuanto al sexo, el 50,5% de los huelguistas fueron mujeres y el 49,5% hombres.
El tipo de contrato que mayor conflictividad reflejó fue el indefinido a tiempo completo (191.750 empleados y 459.693 jornadas no trabajadas). Le siguen los contratos de Temporal Tiempo Completo con 24.370 participantes y 40.721 jornadas no trabajadas. Por sectores el más conflictivo es el Sector Servicios con un 210.528 trabajadores participaron en huelgas y 277.547 jornadas no trabajadas; el sector de la Industria registró 31.973 (13,1%) participantes y 257.903 (47,8%) jornadas no trabajadas.
Las comunidades con más huelgas y jornadas no trabajadas han sido Madrid, Cataluña, País Vasco y Andalucía. Según el INE de 2023, un 72,7% de los trabajadores tienen entre 16 y 34 años. La temporalidad, de acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo, entre jóvenes de 16 y 24 años es de un 44,8%, y entre 16 y 29 es de 34,7%. Según Eurostat España lidera la tasa de desempleo juvenil en la Unión Europea, con una tasa de un 25,3% de los menores de 25 años; la tasa de paro general se situó en un 10,6% (teniendo en cuenta el impacto de la campaña navideña).
España vivió su última huelga general el 14 de noviembre de 2012, hace ya trece años. Las protestas se desencadenaron por las políticas de austeridad del gobierno del Partido Popular y el deterioro de las condiciones laborales. Sin embargo, la semilla del descontento venía de antes. En 2011, el gobierno del PSOE modificó el artículo 135 de la Constitución, priorizando el pago de la deuda sobre el gasto público. Hoy, los principales sindicatos, UGT y CC.OO., no parecen dispuestos a enfrentarse al actual gobierno. Su actitud, calificada por algunos como servilismo desmovilizador, ha contribuido al declive de la combatividad obrera en España, junto a otros factores sociales y económicos.
