Aunque no siempre ocupa titulares, la discriminación laboral por edad es una realidad que afecta a miles de trabajadores mayores de 55 años. Este grupo enfrenta serias dificultades para reinsertarse en el mercado laboral una vez que pierde su empleo, viéndose, en muchos casos, obligado a atravesar largos periodos de inactividad. La falta de oportunidades y los prejuicios sobre su capacidad de adaptación o productividad los dejan en una posición vulnerable, relegándolos injustamente en los procesos de contratación.
Aunque la tendencia parece estar cambiando ligeramente. Se ve en los últimos datos, una tendencia en la que parece que algunas empresas han comprobado que contratar (o no despedir) a los mayores de 55 años puede generar grandes ventajas. Destacando la responsabilidad, la estabilidad y la experiencia.
Cada vez más empresas están incorporando la contratación de profesionales mayores de 50 años dentro de sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Lo que hasta hace poco era un obstáculo en los procesos de selección comienza a transformarse en un valor reputacional. Al igual que ocurrió hace años con el reciclaje y la reducción de la huella de carbono, combatir el edadismo está emergiendo como un nuevo sello de compromiso social y motivo de orgullo corporativo.
Sin embargo, este cambio aún no es suficiente para revertir una tendencia preocupante. Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Trabajo evidencian la magnitud del problema: en 2024, el 30% de los desempleados en España tiene más de 50 años, una cifra alarmante si se compara con el 13% registrado en 2006, el dato más antiguo disponible.
Además los parados de a partir de 50 años, pasan mucho tiempo hasta que consiguen un nuevo empleo. En España en el ultimo trimestre de 2024, un total de 624.500 personas llevaba 2 años o mas buscando empleo (bien porque había estado trabajando antes o bien porque se incorpora por primera vez al mundo laboral), El 52% de ellos es mayor de 50 años.
Y este fenómeno castiga especialmente a ciertas regiones; la tasa de paro a nivel nacional en el ultimo trimestre de 2024 era del 9,8%, pero en Andalucía se eleva hasta un 14%, en Canarias a un 13%, en Extremadura llega hasta el 15%
El sector donde hay más edadismo en el sector servicios. Si se compara la tasa de paro de mayores de 55 años desde la ultima crisis de 2008 hasta hoy, se ha incrementado un 15%, mientras que en la construcción, agricultura e industria se reduce.
El desempleo entre los mayores de 50 años afecta especialmente a aquellos con un nivel educativo bajo o medio. En general, la mayoría de los parados en España tienen como máximo estudios de primera etapa de educación secundaria o equivalente, representando el 36% del total. Sin embargo, esta cifra es aún mayor entre los desempleados de más de 65 años, donde alcanza el 42%, lo que refleja una mayor vulnerabilidad de este grupo en el mercado laboral.
A veces se excusa el paro entre mayores por falta de formación, pero los datos no soportan en exceso esta tesis. Ya que un 19% de los parados tenia estudios superiores. Es decir que aunque el paro se cebe especialmente entre los menos formados, también los que disponen de mayores niveles de formación tienen problemas de empleo.
El que los mayores de 55 años cobren más salario pudiera ser una razón para que sus empleadores se vieran tentados a echarles con preferencia que a otros con menores salarios. Esto podía ser cierto hace unos años, pero esta razón cada vez tiene menos peso. En el año 2008 el salario medio bruto mensual de un trabajador de mas de 55 años estaba 378 euros por encima del conjunto de todos los trabajadores, en 2024 esta diferencia es solo de 205 euros.
España consigue la dudosa medalla de ser el país de la UE con mayor paro senior según datos de Eurostat, con una tasa de desempleo que en 2024 se sitúo en el 10,9%. Esta misma cifra en la media comunitaria es de 4,2%. Nuestro país supera a Lituania (7%), Grecia (7%), que son los estados miembros que peores cifras muestran. Y si se compara con países de nuestro entorno también España sale mal parada: Portugal se sitúa en un 4,6%, Francia en un 5% e Italia en un 4,4%
Al margen de los números, esta realidad lleva a situaciones de desesperación a muchos trabajadores que no ven una salida fácil ni un futuro claro. Sobre todo porque en muchas ocasiones están aún muy lejos de su jubilación y tienen cargas familiares.
Una verdad incómoda, que parece no preocupar a nuestros políticos.
