La ministra de Sanidad, Mónica García, ha vuelto a situarse en el centro de la polémica tras conocerse, a través del Portal de Transparencia, que durante un viaje oficial a Suiza el pasado mes de mayo desembolsó 14.602,20 euros en alojamiento para ella y tres de sus asesores. La estancia, de apenas tres noches en Ginebra, coincidió con su participación en la Asamblea Mundial de la Salud y su nombramiento en el Consejo Ejecutivo de la OMS.
El gasto supone una media de 3.650 euros por persona, muy por encima de los precios habituales incluso en la ciudad suiza, donde hoteles de alta categoría rara vez superan los 400 euros por noche. Entre los establecimientos elegidos figuran el Novotel Genève Centre y el Hotel N’vY Manotel, este último con suites que superan los 1.000 euros la noche.
A esta cifra se suman 5.669 euros en vuelos y 538 euros en dietas, elevando la factura total del desplazamiento muy por encima de lo que cabría esperar en un contexto en el que el propio Ministerio de Sanidad pide “austeridad” y “eficiencia” en el gasto público.
Críticos con la gestión de la ministra denuncian un doble discurso, recordando que estos viajes se financian con fondos de los contribuyentes en un momento de tensiones presupuestarias y recortes en servicios esenciales. Por ahora, García no ha ofrecido explicaciones detalladas sobre la elección de hoteles ni sobre los criterios de gasto.
El episodio alimenta el debate sobre el lujo en la política y la falta de límites claros en los gastos de representación, un terreno donde la opacidad sigue siendo la norma.
Fuentes:
- The Objective
- La Gaceta de la Iberosfera
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