El pasado martes 19 de diciembre, los trabajadores sociales valencianos realizaron una concentración frente al Palau de la Generalitat, aprovechando el Pleno del Consell, para protestar contra el no cumplimiento de los acuerdos laborales pactados previamente.
Con anterioridad la Consellería de Igualdad, encabezada por Susana Camarero, anunció el incumplimiento del acuerdo realizado durante el anterior gobierno, con la aprobación de sindicatos y patronal, que prometía una subida salarial para 15.000 trabajadores de residencias, centros de día y servicios sociales públicos. Este acuerdo lograba la ansiada equiparación salarial con los trabajadores de Sanidad y Educación. Este incumplimiento fue justificado por Igualdad como consecuencia de la deuda del Govern del Botànic que le precedía.
Pero esta explicación no ha sido suficiente para los trabajadores, los cuales denuncian que lo primero que ha hecho el nuevo gobierno es cambiar la ley para que altos cargos no vean rebajado su sueldo. Ponen como ejemplo a la vicepresidenta segunda y consejera del PP, la ya citada Susana Camarero, que cobra un sueldo de 66 mil euros al año, mientras que en las residencias hay trabajadores que no llegan a los mil euros.
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Ante este hecho, decenas de trabajadores de servicios sociales decidieron realizar una concentración en la Calle Cavallers, enfrente del Palau de la Generalitat, para denunciar sus condiciones y el incumplimiento del nuevo gobierno. De la precaria situación que viven los trabajadores de las residencias, centros de día y servicios sociales públicos se hizo eco el sindicato Frente de Obreros en Lucha (FOL), que acudió para apoyarlos “ante la dejadez del resto de sindicatos”. Los trabajadores no descartan ir a huelga y llaman a todos los trabajadores del sector a organizarse con ellos.
Los trabajadores de los servicios sociales de Valencia no descartan la huelga
