El aumento de la violencia y la delincuencia dentro del país ha alarmado a las autoridades francesas, que ya están considerando implementar un toque de queda nocturno para los menores de 13 años. Algunas ciudades como Niza preparan el toque de queda para el 1 de mayo. Las restricciones abarcarían desde las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana. 

En el caso de Niza, el ayuntamiento ha afirmado que más medidas son necesarias para poder combatir el aumento de la delincuencia y de las drogas, con el fin de proteger a los menores. En relación con las medidas, el alcalde de la ciudad ha declarado que «las mafias utilizan las redes de menores para sus actividades ilícitas».

Las medidas no son algo novedoso dentro del país, pues en ciudades como Cagnes-sur-Mer llevan implantadas hasta casi dos décadas con el fin de «hacer entender a los padres sobre la importancia de supervisar las actividades nocturnas de sus hijos» según ha declarado el alcalde Louis Nègre. En ciudades como Béziers se ha aplicado un toque de queda por zonas, en concreto en los tres barrios más conflictivos de la ciudad, con la esperanza de poder limitar la delincuencia dentro de los mismos.

Pese a la próxima generalización de las medidas, se ha levantado cierto debate en Francia sobre cómo abordar la incipiente problemática en torno al aumento de la delincuencia en menores dentro del país.