La Ertzaintza detuvo el jueves a dos personas en el municipio vizcaíno de Barakaldo por un presunto delito de estafa continuada. Se trata de un varón de 32 años y una mujer de 49 años con ánimo de beneficio económico ilícito. Formularon ante la Ertzaintza un total de tres denuncias por robo con fuerza en dos establecimientos comerciales sitos en las localidades de Basauri y Portugalete con el objeto de efectuar las reclamaciones económicas al seguro en concepto de los equipos sustraídos.

Las simulaciones de los robos tenían la finalidad de cobrar la correspondiente indemnización del seguro por los objetos sustraídos y los desperfectos, que ascendía a más de 200.000 euros.

Inicio de investigaciones

La investigación que ha conducido a la detención de los dos acusados se inició en el mes de marzo, tras la denuncia que interpuso el varón por un presunto delito de robo con fuerza en un establecimiento comercial de Basauri.

En las primeras gestiones realizadas por los investigadores de la Ertzaintza en la averiguación de los hechos investigados, se observaron indicios de la posible existencia de una simulación de delito. Los agentes tuvieron conocimiento de que, en relación a estos hechos denunciados, se había efectuado una cuantiosa reclamación económica al seguro en concepto de equipos sustraídos.

Esta misma unidad de la Ertzaintza, investigó en fechas cercanas otra denuncia en el mismo comercio objeto del robo en esta ocasión sospechando que pudiera tratarse de un caso de similares características. A continuación, se confirmó que, además de las dos anteriores denuncias, existía una tercera interpuesta en septiembre de 2023 por robo en un comercio de la localidad de Portugalete.

Esta denuncia había sido instruida por la Ertzaintza de Muskiz y estaba relacionada con las mismas personas y empresas, repitiéndose el mismo esquema. Los agentes comprobaron las circunstancias que rodearon a las sustracciones, así como las indemnizaciones de hasta cincuenta mil euros conseguidas por motivo de ellas.

La Ertzaintza aceleró la investigación en los últimos días, ya que los dos encausados, con propiedades y arraigo en un país extranjero, pretendían este año cerrar los dos establecimientos en el mes de julio -cuando habitualmente lo hacían en agosto-, por lo que este adelanto infundió sospechas en los agentes por el riesgo de fuga de los investigados.

Con las pruebas incriminatorias de la simulación de los robos y la emisión de facturas falsas para percibir una indemnización de la póliza de seguros, la Ertzaintza instruyó diligencias policiales por un presunto delito de estafa continuada.