Es evidente que la situación de la clase trabajadora española se ha recrudecido en estos últimos veinte años: la gran crisis de 2008, la depauperación de las condiciones laborales y de los barrios trabajadores, junto a la cualitativa pérdida de poder adquisitivo entre los españoles más jóvenes, forman un caldo de cultivo perfecto para acrecentar la problemática del factor económico en torno al tener hijos en España.

Pero pese a esto, el factor cultural toma cada vez más fuerza y se encuentra cada vez más interiorizado por los jóvenes, ya que más de la mitad no se plantean tener hijos a corto plazo. La sociedad española lleva años sufriendo un proceso de aculturación, y con ello, el individualismo latente entre los más jóvenes pone a nuestra nación entre a las cuerdas ante la posible pérdida de la identidad cultural. A parte un informe del Instituto Demográfico de Austria ya señaló que la falta de hijos estaba llegando a su punto máximo en Europa y que Italia, España y Grecia eran los países europeos más proclives a no tener hijos entre las mujeres que nacieron en los 70.

En una encuesta el 28,3% de las mujeres respondieron que no habían tenido hijos por el desinterés como motivo principal, y el 26,5 % de los hombres también aludieron al mismo motivo. Solo el 21,7%, entre ambos sexos, lo achaca a las condiciones laborales. En el grupo de edad entre 30 y 44 años el 54,7% tiene al menos, un hijo, mientras los jóvenes de entre 18 y 29 años son los que menos, con tan solo un 17,8% cuenta con descendencia.

El 61,8% de los jóvenes respondió que no tenían pensado a corto plazo y solamente el 30% se plantea procrear de aquí a menos de 5 años. Otro argumento a parte al que aluden los encuestados, señala que a un 24,3% no se le han dado las condiciones familiares o de pareja adecuadas para dar el salto, es decir, que no han encontrado a la persona idónea.

Los gobiernos por los que España ha pasado desde el año dos mil, han llevado a cabo una serie de medidas, en cuanto a un modelo migratorio masivo, para solucionar económicamente la problemática, pero siempre han ignorado el factor cultural y con el tiempo los españoles han establecido este modelo migratorio como una de sus mayores preocupaciones, ya que para muchos no van a solucionar el tema económico y se está produciendo una sustitución étnica, a parte de depauperar sus condiciones laborales y sus barrios.