El aumento de la inmigración y de la marginación de ciertos barrios de Toledo está sacudiendo la ciudad. Sucede en determinadas zonas de Palomarejos y en otras zonas del Polígono de Santa María de Benquerencia. La cercanía que la provincia tiene con Madrid también ha provocado, en los últimos años, el desplazamiento de grupos criminales que ya estaban en el foco de la policía en la capital.
Estas circunstancias han contribuido a la aparición de bandas latinas en la zona de la Sagra y en los pueblos que limitan con Madrid, así como al aumento de la alerta antiterrorista, debido al cada vez mayor número de musulmanes y al pasado judío de la ciudad. Esta tensión se acrecentó desde que comenzó el conflicto entre Israel y Palestina.
Otro dato relevante es el traslado de los carteristas que actuaban en Madrid a la zona del Casco Histórico de Toledo, algo que pronto alertó a sus vecinos, quienes denunciaron la situación difundiendo las imágenes de los delincuentes por grupos de WhatsApp y redes sociales. La Policía Nacional ya detuvo a dos el pasado mes de Agosto y ha aumentado la vigilancia en el lugar.
Desde 2020, los delitos de lesiones se han multiplicado:
Desde 2016, las agresiones sexuales y agresiones sexuales con penetración han aumentado exponencialmente:
Los homicidios dolosos y asesinatos aumentaron de 2019 a 2021, aunque sufrieron una bajada en 2022, y volvieron a subir en 2023:
En los tres primeros meses de 2024, los hurtos crecieron un 74,4%, y los robos con violencia e intimidación han crecido un 337,5% en lo que va de año, con respecto al mismo periodo del año anterior. En total, desde que comenzó el año hasta el segundo trimestre de 2024, se han registrado 35 robos. También aumentó la cifra de malos tratos en el ámbito familiar.
El partido político Frente Obrero ya se hizo eco de la cuestión hace apenas una semana y desplegó más de 200 carteles en los barrios trabajadores de la ciudad, con diversas noticias de criminalidad, para denunciar la degradación que sufre Toledo.
