El partido político DAVA –Alianza Democrática por la Diversidad y el Despertar– ha sido fundado en el país más poblado de la Unión Europea. Según la agencia de noticias turca Anadolu, la formación busca llenar el «vacío político» de un partido que represente a la minoría turca que existe en Alemania. 

Pero no conformándose con el nicho de una etnia de más de 1,3 millones de personas en el país según la Oficina Federal de Estadística, su presidente Teyfic Özcan dice que es una formación «defensora de los derechos de los inmigrantes». Si consigue movilizar al electorado de origen turco teniendo en cuenta que las elecciones europeas son a principios de junio de este año, es probable que consiga representación dentro del Parlamento Europeo, asentando las bases para asaltar también la política nacional.

El mandatario turco llevaba bastante tiempo con intenciones de entrar en la Unión Europea habiendo accedido al poder en 2003 con un discurso pro-europeo. Después de mucho tiempo con el estatus de candidato para la adhesión europea y habiendo solicitado la reactivación de las negociaciones a mediados del año pasado, ha dado con un medio muy funcional para influir en la política regional del continente. Esto es una noticia que crea preocupaciones en diversas personalidades de la política alemana como el ministro de Los Verdes Cem Özdemir.

Recordemos que hablamos de que el partido de Erdogan hunde sus raíces en el islam político, habiendo sido encarcelado por odio religioso tras haber recitado el amenazante poema «Las mezquitas son nuestros cuarteles, los minaretes son nuestras bayonetas,  sus cúpulas nuestros cascos, y los creyentes nuestros soldados», Estando relacionado con Hermanos Musulmanes y habiendo favorecido en 2013 al candidato perteneciente a esta organización en Egipto, siendo este ya un precedente de haber utilizado su influencia para imponer su visión integrista religiosa en un país ajeno.

No es tampoco el primer caso en el que los inmigrantes son instrumentalizado por un régimen islamista para ganar influencia en el continente. En España vimos una situación igualmente preocupante cuando el presidente del senado marroquí decía que «La comunidad marroquí ha de integrarse en los partidos españoles, para formar un ‘lobby‘ que defienda a Marruecos». 

Todo esto teniendo este país intereses expansionistas sobre territorio español(Ceuta, Melilla y las Islas Canarias) ya habiendo declaraciones del régimen alauita en esta dirección, habiendo afirmado un membrete de la Misión Permanente del Reino ante Naciones Unidas enviada al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU «Melilla sigue siendo un presidio ocupado».

Por otra parte, tampoco nos pilla por sorpresa la existencia de un partido dirigido a una minoría turca en Europa, existiendo otro caso de este tipo en Bulgaria, el llamado «Movimiento por los Derechos y Libertades».

De la misma manera también sabemos desde este año pasado que existen sobornos dentro de la UE por parte de Qatar y Marruecos a eurodiputados para influir la política europea en favor de estos regímenes islamistas, actuando como lobby también utilizando este medio.Hasta ahora, cierto sector político y mediático ha sido siempre visto la suposición de un progresivo aumento de influencia por parte del islamismo utilizando población migrante de este tipo de estados lo ha tratado como una teoría de la conspiración de la «extrema derecha», esta noticia nos toca a la puerta y nos recuerda que ya no solo es un futurible, un riesgo o una posibilidad, sino que es un hecho actual y cada vez más obvio. Ahora bien, ¿tan grande es el complejo en Europa como para no prevenir esta situación sabiendo los riesgos que existen para nuestra soberanía nacional? Si no son capaces de aplicar una política migratoria más sólida ¿Quién va a frenar las ambiciones expansionistas de estos regímenes políticos?