Este viernes se han vuelto a registrar disturbios en Inglaterra en protesta por la muerte de tres niñas en Southport a manos de un joven ruandés. En esta ocasión, la ciudad afectada ha sido Sunderland, en la región de Northumbria.
Los incidentes provocados por los numerosos manifestantes han ido creciendo en violencia, incendiando incluso una comisaría de policía, además de, al menos, dos vehículos policiales.
Al aproximarse a la mezquita de la localidad y encontrarla fuertemente custodiada por antidisturbios y policía montada, la indignación de los alborotadores llegó a máximos, llegando a arrojar piedras, ladrillos y todo tipo de objetos a la policía mientras coreaban insultos contra el Islam.
Tres agentes tuvieron que ser trasladados al hospital para ser atendidos. Dos de ellos quedaron ingresados mientras que el otro, de menor gravedad, fue dado de alta.
La policía se mantiene en alerta en toda la isla, ya que se esperan nuevas manifestaciones durante el fin de semana. Las autoridades han contabilizado al menos treinta convocatorias.
