La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita 50 años de prisión para Yassine Kanjaa, el perpetrador del ataque que conmocionó a la sociedad española el 25 de enero del pasado año.

En su acusación, la Fiscalía pide 25 años de cárcel por un delito de asesinato, otros 15 por un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa y 10 años más por el delito de lesiones terroristas. También reclama que una vez cumplida la sentencia permanezca siete años más en libertad vigilada. 

Además de las penas de prisión, solicita el abono de una indemnización a la viuda del sacristán de 150.000 euros y 50.000 euros a cada uno de sus hijos. A los herederos del sacerdote herido, que finalmente falleció meses después del ataque, 17.000 euros por las lesiones causadas y las secuelas y, por último, 3.700 euros a otro sacerdote que también resultó herido en el ataque.

El acusado, de origen marroquí, residía en Algeciras en situación irregular. Las autoridades supieron de su existencia en junio de 2022, cuando fue identificado y se le abrió un expediente de expulsión que nunca llegó a ejecutarse.